El cuarto sector y Fem Llitera
¿Por qué decimos que Fem Llitera es un trébol de 4 hojas?
Una hoja el Cuarto Sector; otra hoja el Movimiento B Corp; la siguiente la Responsabilidad Social Corporativa (RSC); y por último, el Código Ético empresarial.
Lo decimos porque en Fem Llitera hemos decidido que estos 4 fenómenos de la actualidad económica — hermanos entre ellos surgidos de un mismo tallo — sean nuestros cimientos y nuestras raíces. Es decir, Fem Llitera se enmarca en el Cuarto Sector económico; se integra en el Movimiento económico B Corp; se baña en las aguas de la RSC; y se erige sobre la base de un Código Ético Empresarial.
Veamos de qué hablamos, querida lectora, querido lector, empezando por la definición del Cuarto Sector en este post; y siguiendo con la explicación de los demás conceptos en próximos envíos del Blog.
El primer sector de la economía es el sector privado, las empresas privadas; el segundo sector económico es el sector público, el gobierno y las administraciones públicas; y el tercer sector es la sociedad civil, ONGs y entidades sin ánimo de lucro; el recién establecido cuarto sector económico es una nueva tipología de economía que abarca lo mejor del primer, del segundo y del tercer sector. Las empresas “híbridas” del cuarto sector reparan en lo privado, atienden a lo público e intervienen en lo civil, porque tienen como foco principal la sociedad. No nacen con el objetivo de hacer beneficios, brotan con la convicción de conseguir cambios locales y globales en la sociedad y en el mundo, mientras llegan a ser empresas autosuficientes y sustentables financieramente. Se sitúan bajo las máximas de que otra economía es posible y de que cabe trabajar en una economía social para mejorar el mundo.
Las empresas del cuarto sector tienen aliento para cambiar el orden establecido, desean aportar al colectivo, y poseen, por tanto, propósito y compromiso social y medioambiental. De hecho, son socias imprescindibles en la lucha contra el cambio climático y aliadas del horizonte 2030 planteado por la ONU en 2015. Ya que la economía es parte del problema y también de la solución, debe involucrarse de manera más activa en la consecución de dicha Agenda mundial — piensan — y comparten sus objetivos para lograr un desarrollo sostenible.
Las del cuarto sector siguen siendo empresas con beneficios, pero dan un paso más allá porque servir a la sociedad no es ni un accesorio ni un añadido, es su prioridad. Es decir, aparecen con la responsabilidad social corporativa incorporada como un fin en sí mismo, un objetivo fundacional y primordial. Armonizan conciencia social y rentabilidad. Combinan eficiencia empresarial con valores de solidaridad, responsabilidad y cohesión social. Ponen en una balanza su rentabilidad económica y su contribución a la sociedad. Se sitúan en el marco de una economía basada en los pilares del Triple Balance (Económico, Ecológico y Social).
El cuarto sector es la pieza perdida del rompecabezas en una economía con nuevas ambiciones y con mayor conciencia. Opera en el corazón de la ciencia social amparando negocios surgidos para equilibrar las preocupaciones sociales, las ambientales y las comerciales. Y estos negocios no priman a accionistas e inversores; sino la misión y los distintos grupos de interés que incluyen los ámbitos de la economía, el trabajo y la empresa. Es por eso que este sector de la economía supone un desafío, una oportunidad y una esperanza.
Las empresas del cuarto sector son modelos de negocios que aspiran a alcanzar la rentabilidad financiera al tiempo que contribuyen a solucionar retos sociales y ambientales. Unen vocación de utilidad social y de sostenibilidad. Suelen desplegar un marco empresarial con valores éticos incluso más allá de la RSC, con ánimo de crear un impacto positivo en la sociedad; utilizando la fuerza del mercado para lograrlo.
En definitiva y para terminar, Fem Llitera, con el cuarto sector, se sube al carro de la creación de la economía social, más justa y sostenible. Y se convierte en un recurso empresarial al servicio de la comunidad oscense, y en un bien, no por mucho tiempo tan escaso como lo son los tréboles de cuatro hojas en la naturaleza.